Con la amistad y la hospitalidad que se exteriorizaba en su tertulia, su casa era un centro, un Club, el “Club Bolívar” como lo bautizó Don Leonardo Pereyra. Una de las últimas tertulias que ha conocido Buenos Aires. La mesa tendida, la buena mesa tendida a todos, convocaba diariamente a un grupo numeroso y calificado de personalidades de variada y gran significación. Lo que se pensaba y “decía en lo de Herrera” influía en el país. Era un capo neutral. Se discutía con pasión muchas veces, no pasando de ahí las cosas. De allí salían o se fortalecían iniciativas de toda índole, científicas, literarias, financieras, económicas, industriales, que a todo abría su espíritu amplio el dueño de casa, y con él, sus tertulianos.
Algunas de las personas que frecuentaban estas reuniones eran: Pedro N. Arata; Bartolomé Novaro; Carlos Guido y Spano; Eduardo Crespo (que fue Intendente Municipal); José y Felipe Solá; Leonardo Pereyra; Martín Yraola; Dr. Felipe Ardenghi; Simón y Clemente Zárraga; Ignacio Pirovano; Pablo Marengo; Antonio y Norberto Piñero; Amancio Alcorta; Nicolás Anchorena; Tomás Moncayo (ecuatoriano) Barón (sevillano); Juan Cobo; José Benjamín Gorostiaga; Pedro Palacios (uruguayo); Ernesto Åberg; Pablo Santillan (Profesor de Terapéutica); Felipe Rómulo Piñeyro; Rómulo Otamendi; Pío Trelles; Domingo Cabred; Goyo Soler; Estanislao Zevallos; Carlos y Leopoldo Basavilbaso; Francisco Canale; Juan Angel Molina; Félix Martín y Herrera; Carlos Rodríguez Larreta; Carlos Salas (que fue Embajador en Europa en tiempos de Roque Sáenz Peña); Ricardo Lavalle; Manuel Correa Morales; Carlos Berg; Domingo y Pedro Frías; Ambrosio Olmos; Eduardo Wilde; Eduardo y Ricardo Pérez; Goyo Berdier; Narciso Vivot; Justo Carlé (catalán); Coronel Ricardo Day; Angel M. Centeno; Juan Agustín García y sus hijos Juan y Julio; Carlos Roseta; Adolfo Bullrich; Carlos y Roberto Lloveras; Pedro Roberts; Cleto Aguirre; Eduardo Esteves; Benjamín Buteler; Carlos Carvalho; Dr. Christiani; Dr. Quinche; Dr. Simón; Sr. Vermer-Riverieux (que donó al Papa la Nunciatura de la calle Riobamba); Dr. Defoix; Enrique Perisena; Emilio Cortez; Manuel Aguirre; Vicente Colins (comprador de hacienda); Juan Antonio Argerich
Dos señoras también visitaban la casa y eran infaltables a presenciar desde los balcones los famosos carnavales: Eduarda Mansilla de García (madre de Daniel) y Ventura Muñoz de Wilde (primera mujer de Edardo Wilde, después de la muerte de su primer marido Zavaleta. Su segunda mujer fue Guillermina Oliveira Cesar), así como Enriqueta Alais de Vivot.
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