lunes, 13 de septiembre de 2010

Consejos de un padre a un hijo

Los primeros años de la vida de Rafael han sido muy duros. Ha estado 9 años estudiando en Europa, separado de su familia; su matrimonio no llegó a durar 3 años, porque Carmelita murió de fiebre puerperal luego de dar a luz a su segundo hijo; tuvo que dejar su tierra para no volver jamás a ella, ni siquiera a visitar a su familia y finalmente, recién pudo juntarse con sus hijos siete años después de haber dejado Caracas.

Nada de esto impidió a Rafael llegar a ser un Gran Médico y una Gran Personalidad en Argentina, y hoy se lo recuerda con su nombre en una Escuela, en un pabellón de Hospital, la Biblioteca de la Academia Nacional de Medicina, y quizás otros lados en los que no estoy enterado.

Seguro estoy que ha sido muy bueno y cariñoso como padre, pero exigente y riguroso en la educación, forjando de esta manera la base del futuro de sus hijos. El primero Ministro de Hacienda, el segundo Eximio Cirujano y Presidente de Honor de la Academia Nacional de Medicina.

De las cartas que le envió a su hijo Marcelino durante su viaje de estudios a Europa, extraigo algunos párrafos que demuestran su exigencia:

Bs.As. Mayo 8 de 1894: “La casa ha quedado muy triste con tu ausencia, y te aseguro que soporto resignado tu separación, solo por la esperanza que tengo que has de aprovechar el tiempo y hacerte un hombre útil para la sociedad y para ti mismo: espero pues que harás cuanto puedas para satisfacer mis ilusiones.”

Bs.As. Agosto 28 de 1894: “... hoy he tenido el gusto de leer la muy larga del 29 de Julio que me da noticias de tu viaje … la visita a la familia Stegman y la presentación de algunas de las cartas de recomendación que llevaste; todo lo cual me la una idea que comienzas a seguir mis consejos de tener buenas relaciones con todo el mundo pues ese es el modo de vivir los hombres cultos como quiero que tu seas…” “…búscate un profesor particular y comienza seriamente los trabajos de Anatomía normal y patológica que son las bases de la medicina…” “hace años que luchamos por hacer más práctica la Enseñanza en nuestra Facultad. Algo se ha logrado, bastante, pero queda mucho que hacer a la generación a que tu perteneces y espero que seguirás el camino trazado.”

Bs.As. Octubre 28 de 1894: “Será muy conveniente que estudies muy detenidamente la organización de las universidades Alemanas por que con esto harás a tu vuelta un servicio a la de Bs. Ayres ayudando a implantar aquí todo aquello que sea practicable y útil.”

Luján, Diciembre 31 de 1894: “Concluye hoy el año de 94 y quiero desearte felicidad completa para el que va a empezar con tanta mas razón que estos años serán decisivos en tu porvenir es en ellos que has de adquirir los conocimientos que te servirán para luchar en la vida y tal vez para dejar algo útil en este mundo Americano que todos estamos obligados a hacer progresar cada uno en su esfera.”

Luján Febrero 5 de 1895: “Dirás seguramente que mis cartas son sermones, pero que quieres, ese es el lenguaje del interés que los padres tenemos por los hijos y podemos darnos por satisfechos cuando los sermones son escuchados.”

Estancia San Juan, Enero 6 de 1896: “En mi última carta te daba el consejo que no te volvieras sin pasar 6 ú 8 meses en Inglaterra y Estados Unidos; en ese tiempo además de estudiar medicina, tendrás la oportunidad de aprender bastante inglés como para entender y hacerte entender, cosa que te sería de gran provecho en el porvenir.”

Bs.As. Marzo 15 de 1896: “…mucho sentiré que no sigas mi programa de ir a Inglaterra y Estados Unidos, pero los consejos míos no pueden ser órdenes. Lo que te aseguro es que más tarde te has de arrepentir” El viaje solo es triste los primeros días, pero pronto se encuentran compañeros…”

Luján Abril 5 de 1904: “Si tuvieras más confianza en mi juicio sobre tus condiciones intelectuales, llegarías con el tiempo a tener una posición científica envidiable en Bs. Ayres: pero me representas a uno de esos muchachos tontos, que habiendo recibido una gran fortuna la tiran a la calle. La naturaleza te ha dado buena salud, inteligencia, palabra fácil, excelente memoria, conoces varios idiomas, tu preparación científica no es inferior a la de tus colegas. Qué te falta? No lo sé. El Gral. Urquiza quiso hacer estudiar a un muchacho que parecía inteligente y le ofreció mandarlo al famoso Colegio del Uruguay, pero el muchacho se resistía y le decía 'yo quiero ser majadero' es decir, cuidar una majada en la Estancia. Urquiza insistió y el majadero llegó a ser Ministro distinguido. No respondo que esta anécdota sea verdad, pero es oportuna. No seas majadero y dejate llevar por tu buena fortuna. Estoy muy contento de lo bien que has salido en el Congreso Médico.”

1 comentario:

  1. Muy buenos los fragmentos de las cartas que haz publicado. No hay que ser Majadero en la vida, hay que ir siempre por más !!!
    Muy gracioso lo de ir a USA o Inglaterra a aprender ingles... pensar que esto fue escrito hace más de 100 años

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